Las Ofrendas

Las ofrendas

La festividad del Día de Muertos se divide en dos partes. Una destinada a los niños o angelitos {Oct. 31 y Nov. 1} y la de los adultos {Nov. 1 y 2}. La colocación de las ofrendas se empieza a hacer dos días antes de las fechas indicadas, pues se tiene que preparar un altar adornado en forma de arco con rama de sauce, ya sea sobre una mesa o en la ausencia de esta, la ofrenda se pondrá en el suelo.

El altar estará adornado con flores de cempasúchil, flor de jacalosúchil, de diferentes colores y la flor de muertos, estas dos últimas de origen silvestre; además, se colocaran los alimentos que preferían los difuntos.

En el caso de los niños, quienes llegarán primero, la comida que se ofrendara será sin picante, acompañada con refrescos, atole, chocolate, café y el tradicional pan de muerto, este en su generalidad tiene forma humana, además se pondrán frutas, elotes hervidos o asados; dulces, por lo general con figuras de animalitos o angelitos, vasos con agua, veladoras y/o velas encendidas. Para darles el recibimiento adecuado, se tendrá que quemar la goma de copal tres o cuatro veces al día en un candelabro –recipiente de barro exclusivo para este rito– propiciando un aroma agradable que servirá como relajante y así puedan descansar los visitantes, pues se tiene la creencia que el recorrido debía ser agotador; todo lo anterior, será  acompañado con el repiquetear de las campanas que se localizan en la torre de la iglesia del pueblo.

Por lo que respecta a las ofrendas destinadas a los adultos, estas no variaran mucho, pero los alimentos ahora contendrán picante y serán acompañados con bebidas alcohólicas: aguardiente, mezcal, tequila, cervezas o brandy, además de refrescos y cigarros. Los preparativos y las ofrendas van de acuerdo a las condiciones económicas de las personas, ya que muchas de las cosas ofrendadas no se dan en la comunidad, lo que hace que los habitantes concurran a los mercados de Huajuapan, Oax., o Tehuacán, Pues, para adquirir los elementos faltantes, sin duda este desplazamiento hará que se gaste más de lo previsto.

Los muertos se van, y ahora, que sigue?  Pues nos vemos en el panteón.

Uno de los aspectos de esta tradicional fiesta es la concentración de los vecinos del poblado en el panteón municipal para arreglar las tumbas de sus muertos, pues las almas de sus difuntos retornan a su lugar.

En este bullicio encontramos que las sepulturas se encuentran cubiertas con flores de cempasúchil, veladoras encendidas, algunas frutas y comida. También se da el trueque de los artículos que se llevan o simplemente se comparten con las personas que se acercan a saludar.

También es característico que la banda de música del pueblo se haga presente en el panteón, tocando marchas fúnebres en algunas sepulturas, aclarando que solo es en algunas, dado que los integrantes solo lo hacen a cambio de una remuneración económica, un cartón de cerveza o a cambio de unos litros de aguardiente.

Este vaivén inicia desde las 5:00 de la mañana del dos de noviembre y culmina hasta ya entrada la noche. Para despedir a los muertos, las campanas de la iglesia repiquetean toques fúnebres todo el día.

Entre los alimentos que se consumen o intercambian en el cementerio, están: los elotes, las frutas, los shatos {tortillas de forma triangular hechas con maíz tierno, pueden llevar azúcar o no} con miel y bebidas alcohólicas, entre los más destacados.

En los hogares se da principalmente comida; esta consiste en lo que se haya preparado: mole, barbacoa, frutas y bebidas.

No hay de otra, creo que los muertos cada que se hacen presentes nos dejan la billetera sin billetes y comienza de nuevo el rito para el año próximo, ya que la celebración no termina aquí, pero tampoco empieza allá; sino, a manera de círculo, estas tradiciones se vuelven a reafirmar de generación en generación y año con año.

Es pertinente citar una alusión popular referente a la fecha y que a la letra dice:

Dicen que la distancia es el olvido,
Pero yo no concibo esa razón,
Porque los muertos están vivos,
Siempre en nuestro corazón.

Aportes hispanos en la celebración del Día de Muertos